Competencia en el ámbito
educativo
En los últimos años la
educación se ha impartido bajo un modelo educativo tradicional, en la que el
profesor es un constante repetidor del conocimiento frente a sus alumnos, esto
ha traído consigo aspectos positivos en el aprendizaje pero también negativos
puesto que, la experiencia del profesor que se vierte en el aprendizaje de los
alumnos enriquece su conocimiento, lo que nos da como consecuencia tener
actualizado sólo aquello que el profesor transmite.
Mientras que la educación
por competencia tiene aspectos innovadores, ya que en este caso el profesor es
un instructor del conocimiento; es decir, el alumno participa activamente en el
salón de clases utilizando sus habilidades para lograr un aprendizaje
significativo.
La educación superior forma
parte del sistema, es por ello que una de sus funciones más importantes
consiste en la formación de personas en los distintos campos de la ciencia, la
tecnología, la docencia y la investigación, para ampliar el progreso
profesional y laboral.
Dentro de este tipo de
educación encontramos la licenciatura en derecho, la cual tiene como
objetivo obtener un título profesional a través de:
Comprender los principios
generales que sustentan al derecho, su origen y la manera en que se expresan en
la actualidad.
Conocer la evolución
histórica de la disciplina, como marco para el análisis de los diversos
sistemas jurídicos vigentes y no vigentes.
Entender la relación del
derecho con otras disciplinas, desempeñándose armónicamente en entornos
interdisciplinarios y multidisciplinarios.
Es importante señalar que
las competencias profesionales fundamentales en la formación de abogados son la
interpretación, la sistematización, la integración, la argumentación y la
aplicación, de igual manera el saber reflexionar, identificar, elegir, dominar
e integrar los problemas sociales interpretando los principios, las teorías y
las normas y de esta manera comprender la disciplina del derecho.
La Recomendación
(2006/962/EC), del Parlamento Europeo y del Consejo, de 18 de diciembre de
(2006), sobre las competencias clave para el aprendizaje permanente, insta a
los Estados miembros a «desarrollar la oferta de competencias clave». Se
delimita la definición de competencia, entendida como una combinación de
conocimientos, capacidades, o destrezas, y actitudes adecuadas al contexto. Se
considera que «las competencias clave son aquellas que todas las personas
precisan para su realización y desarrollo personal, así como para la ciudadanía
activa, la inclusión social y el empleo».
Se identifican claramente
siete competencias clave esenciales para el bienestar de las sociedades
europeas, el crecimiento económico y la innovación, y se describen los
conocimientos, las capacidades y las actitudes. Las competencias clave son:
Competencias sociales y cívicas.
Sentido de iniciativa
y espíritu emprendedor.
Conciencia y
expresiones culturales.
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“Herramientas de la Mente”
es un currículo de educación infantil que involucra escenarios estructurados de
juegos imaginarios y otras actividades. Este currículo tiene como objetivo
promover y mejorar la autorregulación y las habilidades académicas de los niños,
al tener un doble enfoque en el desarrollo de la autorregulación y de otras
habilidades socioemocionales en contextos educativos.
Una revisión sistemática
resumió los hallazgos de 6 estudios realizados en Estados Unidos, que contaron
con la participación de estudiantes de todas las edades, sexos, etnias, estados
socioeconómicos, de dominio del idioma y de educación especial. Los resultados
demuestran que el currículo mejoró significativamente las habilidades
matemáticas de los niños en comparación con el currículo común. Asimismo, el
currículo parece mejorar la autorregulación y la alfabetización, no obstante,
dado el pequeño número de estudios incluidos, así como de otras deficiencias
metodológicas, estas conclusiones deben tomarse con precaución, por lo que es
necesario realizar más investigaciones de alta calidad.
La exclusión escolar se
asocia con efectos indeseables en el desarrollo de los niños. Estudios previos muestran
una relación consistente entre la exclusión y el bajo rendimiento académico,
conducta antisocial y dificultades de inserción en el mercado laboral. Estas
exclusiones afectan de manera desproporcionada a los hombres, a las minorías
étnicas, a aquellos que provienen de ambientes socioeconómicos vulnerables y a
los estudiantes con necesidades educativas especiales.
Una revisión sistemática de
37 estudios, la mayoría realizados en Estados Unidos y el resto en el Reino
Unido, evalúa el impacto de intervenciones en la reducción de la exclusión
escolar. Las intervenciones estudiadas producen una pequeña, aunque
significativa reducción de la exclusión escolar durante los primeros seis
meses, efecto que se diluye a largo plazo. Los cuatro tipos de intervenciones
que demostraron ser más efectivas fueron: mejorar habilidades académicas,
asesoramiento, tutoría, y capacitación de los maestros. Para obtener mejores
conclusiones, sin embargo, se deben llevar a cabo más estudios y en otros
países donde la exclusión sea común.
Competencias en educación
superior
En la actualidad aún se
discute sobre la importancia de trabajar con base en las competencias en
niveles de educación superior en algunos países, pero se encuentran algunos
argumentos positivos que incitan a que se tome en cuenta este modelo en la
educación superior.
Esta busca orientar el aprendizaje acorde a los retos y problemas de contextos sociales, comunitarios, profesionales, organizacionales y disciplinarios-investigativos, mediante estudios de problemas, registros de comportamientos y análisis de procesos, siempre contemplando el desarrollo humano y las necesidades esenciales de las personas, permitiendo con esto que el aprendizaje adquirido, la evaluación y la enseñanza tenga un sentido distinto, más allá de lo usual.
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Gestión de calidad
Esta se divide en dos, la
primera parte es la evaluación de la calidad de desempeño de la calidad
educativa a través buscando que las competencias formalizan los conocimientos y
desempeños esperados ya que las competencias aportan elementos centrales que
están en lineal de gestión. La segunda parte se refiere al enfoque de
competencias que nos da una serie de elementos para gestionar la calidad como
por ejemplo, tener criterios claros, sistematizar, regular información,
realizar auditorías entre otros,.
Política educativa
internacional
Se basa en competencias que
se están convirtiendo en una política educativa internacional, con
contribuciones conceptuales y metodologías a la competencia por parte de
investigadores ya que la formación por competencias se ha propuesto como una
política clave para la educación superior.
Movilidad
El enfoque de las competencias es un punto clave para buscar movilidad en alumnos, docentes. investigadores y profesionales, y este será entre diversos países, el cual busca la articulación con los créditos que permite reconocimiento de los aprendizajes previos y la experiencia ya que las competencias facilitan la movilidad entre instituciones de un mismo país y entre los distintos ciclos de la educación representados en acuerdo mínimos de aprendizaje
Escala de competencias
Las competencias que se
señalan en el lado opuesto inferior de la escala son: la capacidad de
liderazgo; la comprensión de las costumbres y culturas de otros países; el conocimiento
de un segundo idioma; la habilidad para comunicarse con expertos de otros
campos; la capacidad de trabajar en un contexto internacional y la habilidad de
trabajar con un equipo interdisciplinario.
Tuning distingue tres tipos
de competencias genéricas:
Competencias instrumentales:
que son las capacidades cognitivas, metodológicas, tecnológicas y lingüísticas
Competencias
interpersonales: como son las capacidades individuales tales como habilidades
sociales: interacción y cooperación sociales
Competencias sistémicas: las
cuales son las capacidades y habilidades relacionadas con sistemas globales:
como combinación de comprensión, sensibilidad y conocimientos; para ello es
preciso adquirir previamente competencias instrumentales e interpersonales.
Competencia basada en la
educación superior desde el enfoque complejo
La competencia es un enfoque
para la educación y se denomina en uno o varios procesos donde se desempeña con
idoneidad en ciertos contextos, integrando diferentes conocimientos y aptitudes,
por ejemplo; (el saber, saber hacer, saber conocer, y saber convivir o
relacionarse) para poder sobrellevar las actividades y metas del día a día
contribuyendo el desarrollo personal.
Clasificación
Hay varias formas de
clasificar las competencias, las dos más amplias son dos: las competencias
diferenciadoras, que se enfocan en cómo se puede desempeñar una persona mejor
que otras encontrándose en las mismas circunstancias de preparación, y las
competencias de umbral, las cuales se basan en cómo se desempeña una tarea.
Otras de las clasificaciones propuestas son las competencias claves o
esenciales en una organización (core -competences). Se trata del aprendizaje
colectivo dentro de una empresa u organización, estas competencias sirven para
competir en una rama dentro de un mismo mercado. También se pueden clasificar
en laborales y profesionales. Las laborales son las que se aprenden mediante
estudios técnicos, en cambio las profesionales se dan exclusivamente por haber
realizado estudios de educación superior, son más flexibles y amplias y se
tiene mayor facilidad de resolver problemas más complejos. Y por último la
clasificación más extensa y general es la siguiente: Competencias básicas, Competencias genéricas, Competencias específicas y Competencias claves.
Aspectos esenciales de la
competencia desde la perspectiva del enfoque complejo
Procesos: La competencia es
un proceso dinámico ya que no se encontrarán estáticos
Complejos: La competencia
siempre requerirá de sabiduría y habilidad del pensamiento complejo.
Desempeño: La competencia
tiene como respuesta desempeño ya que implica la elaboración de una actividad o
actividades, siempre teniendo un pensamiento meta-cognitivo cual busque hacer
la actividad bien y en caso de haber errores buscar soluciones.
Idoneidad: Una competencia
siempre va a requerir una actitud idónea sabiendo que desde el enfoque complejo
se busca criterios acordados y válidos.
Ética: Debe de estar el
compromiso presente buscando que la persona actué responsable socialmente,
ambientalmente y personalmente, buscando reforzar los valores.
La importancia de tener en
cuenta el enfoque de las competencias en la educación superior
Programas educativos:
Introducir un programa de competencias contribuirá en orientar el aprendizaje
en los aspectos más importantes como es lo social, personal, ambiental y
profesional.
Calidad: Mediante la gestión de los procesos será posible observar el desempeño de cada persona y esto servirá para poder desarrollar sus competencias de acuerdo a su desempeño mostrado.
Enfoques centrados en la
competitividad
Estas posiciones surgen al
calor del proceso de globalización hegemónica, entendidas como
internacionalización de las relaciones capitalistas de producción que implican
a todas las esferas de la actividad humana la industria, las finanzas, los
mercados, la cultura la política y la ideología-.Puesta en prácticas de nuevas
formas descentralizadas de organización del trabajo y la producción así como el
predomino de nuevos modelos productivo basados en la cooperación y el
intercambio de roles profesionales, entre otros.
En tales circunstancias
históricas el conocimiento científico y la innovación tecnológicas son
potenciados al máximo; en función de lograr elevados niveles de productividad
que aseguren la competitividad en los mercados planetarios. En la misma medida
se requiere imperiosamente formar profesionales y técnicos con un perfil de
competencias que les posibilite ser creadores de ciencia y tecnología y
enfrentar con mayor eficacia y eficiencias las exigencias del mundo laborar y
las empresas.
Enfoques centrados en la
nueva ciudadanía
En 1993 la UNESCO constituyó una comisión internacional sobre la educación para el siglo XXI, constituida por un equipo de especialistas encabezado por Jacques Delours que determinó, la necesidad de formar cuatro habilidades básicas las cuales definió como pilares de la educación:
APRENDER A CONOCER: dada la
rapidez de los cambios provocados por el progreso científico y por las nuevas
formas de actividad económica y social, es menester promover no sólo el acceso
a la información, sino la curiosidad, la satisfacción y el deseo de conocer
permanentemente.
APRENDER A HACER: más allá
del aprendizaje de un oficio o profesión conviene adquirir competencias que
permitan hacer frente a nuevas situaciones y que faciliten el trabajo en
equipo, dimensión que tiende a descuidarse en los actuales métodos de
enseñanza.
APRENDER A SER: el progreso
de las sociedades depende de la creatividad y de la capacidad de innovación de
cada individuo.
APRENDER A VIVIR JUNTOS: desarrollar
el conocimiento de los demás, de su historia, de sus tradiciones y su
espiritualidad, en sociedades cada vez más multiculturales y competitivas.
La competencia para la viuda
abarca todas las esferas de la existencia humana y no se reducen a las
competencias laborales. Al mismo tiempo, el concepto articulador de estos
grandes aprendizajes para la vida contemporánea sería el de la nueva ciudadanía
del siglo XXI, como utopía donde se recoge el modelo universal de un nuevo tipo
de hombre y de mujer que la sociedad planetaria debe formar para asegurar la
supervivencia de la civilización y de la vida misma sobre la tierra.
Enfoques reduccionistas /
conductistas
Tienden a reducir la
naturaleza compleja de las competencias, considerándolas como componentes
concretos, tangibles y mensurables de la conducta de las personas, que
supuestamente deben permitirle actuar eficientemente en determinado ámbito de
la actividad humana.
En el caso de las
competencias profesionales son entendidas a partir de las conductas y acciones
que el profesional puede realizar en unas áreas laborales concreta, a partir de
un perfil preestablecido por los empleadores lo que viabiliza la evaluación del
trabajo. De esta forma, una unidad de competencia se reconsideraba formada por
varios elementos y sus correspondientes criterios lo que condujo a una
educación tecnocrática y segmentada en la formación de profesionales.
Enfoques
integradores/contextualistas
En los últimos años se va
abriendo paso la concepción de las competencias como unidades integradas y
complejas que no se reducen a las acciones ejecutadas por el individuo en el
desempeño de tareas concretas, sino que incluyen diferentes componentes
psicológicos y/o personológicos interrelacionados que van a determinar la
actuación exitosa en un contexto. La integración y la contextualización son
definitorios al definir las competencias; se considera que la persona
competente no solo maneja un repertorio de conocimientos, habilidades y
valores, y ha desarrollado además, otros importantes elementos vinculados con
estos, que le permiten discernir, comprender la situación y orientarse en ella
para actuar inteligentemente y tomar decisiones oportunas acordes a cada
situación específica. En este sentido se considera que la realidad social,
profesional o personal es dinámica y pone al sujeto frente a situaciones no
estructuradas, donde el ser competente implica llegar a soluciones que exigen
la movilización de todos los recursos en función de un comportamiento contextualizado.
Las competencias
profesionales en el campo de la educación
En las actuales condiciones
de desarrollo, donde los grandes desafíos imponen a los seres humanos ser cada
día más eficaces y eficientes en su desempeño, se ha introducido con fuerza
cada vez mayor el término de competencia, en el contexto de las diferentes
profesiones y perfiles ocupacionales existentes. Las distintas competencias de
los profesionales de la educación establecidas como resultado del propio modelo
del profesional de la educación y teniendo en cuenta las cualidades, funciones
y tareas que son ingerentes, son las siguientes:
- Competencias Didácticas.
- Competencia para la Orientación Educativa.
- Competencia para la Investigación Educativa.
- Competencia para la Comunicación Educativa.
- Competencia para la Dirección Educativa.
En este sentido, debe
considerarse la relación existente entre las competencias y el modelo de
desempeño socialmente establecido en cada época histórica y en cada contexto
particular, las sociedades contemporáneas exige al profesional de la educación
enfrentar situaciones complejas.
COMENTARIO
Yo considero que en el
desarrollo integral, el aprendizaje basado en competencias permite a
los estudiantes tomar decisiones en base a lo que ya conocen y
dominan, lo que fomenta un constante desarrollo y la adquisición de conocimientos
y habilidades.
El enfoque por competencias
se plantea como alternativa para el diseño curricular y para el desarrollo del
proceso enseñanza-aprendizaje, desde un sustento constructivista se considera
el desarrollo de competencias como un saber hacer en la práctica, pero motivado
en un aprendizaje significativo que se transfiere a situaciones de la vida real
y que implica la resolución de problemas.
FUENTES DE CONSULTA
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